Sierra peruana

Wari Vilca o Huarihuilca: Enigmático santuario arqueológico en Junín

El Santuario de Wari Vilca o Huarihuilca, cuyo nombre significa Antiguo Santuario o Remoto Adoratorio, es una ciudadela prehispánica que alguna vez fue habitada por diversas culturas. Actualmente, el principal atractivo de este yacimiento arqueológico son las diversas construcciones de piedras que presenta; destacando principalmente el enigmático adoratorio o santuario.

wari vilca o Huarihuilca

Este lugar se encuentra ubicado en el Valle del Mantaro, dentro de la provincia de Huancayo y el departamento de Junín, a unos 3150 msnm.

Se piensa que Huarihuilca se creó durante el período del Horizonte Medio como un importante centro administrativo provincial de los Huari o Wari. Tras el colapso del imperio huari, los huancas ocuparon el lugar.

Cronología del Santuario de Wari Vilca

Investigaciones señalan que estos restos arqueológicos fueron construidos durante los años 800 a 1200 D C. Según una leyenda local, del antiguo Manantial Sagrado broto la primera pareja huanca; un hombre llamado Inapucarancápia y una mujer conocida como Uruchumbe.

Sin embargo, la realidad es que los huancas habitaron el lugar tras el colapso de los huari; siendo una población muy aguerrida y numerosa. Los habitantes de esta cultura llegaron a utilizar principalmente el santuario con el fin de adorar a su Dios Huamani. Esta deidad se encontraba representada en un ídolo de piedra de color negro y que estaba enterrada hasta la mitad del cuerpo.

Después de la conquista incaica, en Wari Vilca se construyó el Templo del sol. Sin embargo, los incas permitieron que el santuario se mantenga en funcionamiento; reconstruyéndolo con una arquitectura mixta, ya que se utilizó técnicas de construcción inca y huanca.

Por desgracia, cuando llegaron los españoles en 1534, destruyeron el ídolo que tanto significo para los huancas. Esto se debe a que un sacerdote español lo considero como una representación del demonio, debido a sus creencias. Posteriormente, en 1537, Manco Inca destruyó el lugar, como una represalia a la colaboración prestada por los Wankas al ejército español. Tras unos años, los españoles clausuraron definitivamente el lugar; aunque los lugareños continuaron realizando sus rituales prehispánicos.

Descripción del complejo arqueológico de Wari Vilca

El “Santuario o Adoratorio”, donde estaba la figura de la deidad huanca, es una construcción de forma irregular pero que llega a tener un matiz de cuadrilátero. Si bien esta estructura arquitectónica es la más importante, Wari Vilca también presenta muchas más construcciones. Algo sorprendente de estos vestigios prehispánicos es que aún se desconoce su verdadera magnitud. Esto se debe a que la ciudadela se extiende desde una meseta hasta el río Mantaro.

Uno de los restos arqueológicos más sorprendentes del lugar es una muralla de aproximadamente 46 metros de largo, 5 metros de espesor y una altura de 5.30 metros. Esta construcción fue hecha con piedras canteadas e irregulares unidas con argamasa de barro. Debajo de esta muralla, se puede observar unos huecos o respiraderos, cuya profundidad es desconocida. Según expertos, estas aberturas podrían ser la entrada a un subterráneo aún no explorado. En la parte superior, presenta una especie de plataforma rectangular limitada por dos paredes al oeste y este, muy semejantes a las descritas. Se piensa que estos muros se utilizaban como celdas para los posibles sacrificios al Dios huanca.

En la ciudadela de Wari Vilca también se puede observar dos árboles de molle, una piscina purificadora y una escalera de piedras. La escalera se encuentra bien conservada, cuyo destino final es el Manantial ubicado al sureste de la ciudadela. Un lugar donde las huancas recogían agua Sagrada; y que actualmente abastece de agua a los pobladores de la localidad.

Descubrimientos hecho en Huarihuilca

En el interior de Huarihuilca se llegó a encontrar el cuerpo momificado de una mujer, atada a un ave de rapiña, de unos 20 años de edad. Esta momia se encontró en el área de los sacrificios y se le puso el nombre de la “Dama de Wari”. Según expertos, esta mujer tenía señales de castigo severo.

Por su parte, en el área de las celdas se encontró la osamenta de un niño de 8 años y los huesos de un animal. Posiblemente es el cuerpo de una llama bebe o un perro.

Los molles sagrados

Un historiador español que visito Wari Vilca en 1550 llego a señalar que en el interior del santuario se podían observar tres o cuatro arboles de molle. Algunas personas piensan que los dos molles que actualmente se divisan en el lugar son los que vio el historiador español. Sin embargo, no existen nada que pueda reafirmar esta teoría; pero los pobladores locales los aprecian como un patrimonio huanca. Por desgracia, un incendio quemo parte de uno de estos árboles, siendo necesario la tala de algunas de sus ramas.

Jhoan Augusto Sosa Flores

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